De color sangre se adorna el muro del cuarto,se presumen rojo candente, se embellece de olores putrefactos, la imagen luce un cuerpo dormido,se anuncia como un espectacular del periférico, diciendo:“ por aquí paso el vengador y su perversa tentación”.
La cama esta estática, desearías que se moviera, que recreara aquel momento cumbre, donde se escuchó un "bum" de un revolver, el revoltijo de mi cerebro explotando en diversos gritos de misericordia, arrepentimiento y miedo.
Descubres que el color sangre, color no es, que no se presume, que se esconde, como digno Sicario, al cual le pagaste con nuestro silencio, desvelo y deseo.
Los olores putrefactos se quedan, se pudrieron antes de lo esperado, confieso, los rememoro frescos, ahora ,el cuerpo no esta dormido, esta muerto , desenfundado, abatido y sin consuelo. Los anuncios del periférico ahora no dejan de anuciar “la perversa tentación del vengador en olvido se convirtió”
La cama se desvaneció en recuerdos y estrepitosas hazañas, el momento cumbre donde se escucho el “bum” del revolver, se arraigo en el cuarto, en ecos que van de menor a mayor y el revoltijo de mi cerebro dejo de flotar en la ilusión, cayo fulminado en el piso, los gritos, misericordias, arrepentimientos y miedos , el vengador ya no los recuerda, se esfumaron, las enjuagaron sus lagrimas orando en no volverlo hacer, con el socorro de aquel rosario que reza, el que rezo algún día.