Rocío miro a Larissa sintiéndose demasiado excitada, estaba sentada en la parte del copiloto del automóvil, tenía las piernas abiertas y las manos en sus piernas, estaba nerviosa, el simple hecho de estar a un lado de Larissa la ponía tensa y extasiada; pensaba en el silencio que las invadía y como Larissa podría haber entrado tan de lleno en su vida y en su mente, en question de meses. Larissa simplemente tenía las manos en el volante, miraba hacia el frente, con una mirada tranquila y no hacia nada mas que ver el camino oscuro y caluroso, Rocio solo trataba de adivinar que habia dentro de su mente, que secretos escondian en esos dulces labios o que tanto podian unas pestañas como las de ella provocar su desvelo imaculado ... ohh Larissa Larissa ....
Rocío, no soportaba los silencios incomodos, menos con su extrema y traidora imaginacion, el silencio le hacia recordar, los examenes de Sergio, los examenes enormes, complicados y largos de Sergio, comenzó a clamar por dentro e imaginar la escena de Sergio penetrándola, paso por paso, como una película, besándole la espalda, quitándole el sostén, abriéndole sus delgadas piernas para abrir paso en su interior, sus movimientos continuos unidos por su genitales, con las piernas de Roció en su pecho y repasando su vagina con sus labios. Sergio diciendole: "No te preocupes por el examen, tu ya no necesitas una calificacion aprobatoria, por que ya tienes un 10", la cochina y deprabada sonrrisa de el era como una pelicula de escalofrios en su cabeza; la idea de penetrarla y tocarla con tanta pasión, le hizo pensar en Larissa e indudablemente creer, en como la experiencia que ella había adquirido con su maestro en tan poco tiempo, la haría gozar y estremecerse.
-¿Cómo has estado?- pregunto Larissa
-Supongo que bien- dijo Rocío con una voz desinteresada- Mi Papa se casa con Lorena en 2 meses.
-Ahhh.-Trago saliba y solto-Yo pensé que ya estaban casados.-contesto Larissa un poco desconcertada.
-Si lo se, debieron de haberse casado cuando nací.-Rocio dijo mirando por la ventana.
Se experimento de nuevo un silencio magistral, el semáforo se puso en rojo Larissa dio vuelta en un callejón que las dos no conocían, era un callejón oscuro, casi baldío con casas viejas y descuidadas, -Rocio llego a pensar en que estaba en el barrio de su abuela Susana, esas enormes ventanas con telarañas, rotas por las pierdas que algun niño malvado habia tirado dias atras, de como llego a ver por uno de esos estrepitosos hoyos a una pareja teniendo sexo bajo un escritorio, llego a pensar que lo suyo, lo suyo era ser vouyerista, hasta que la mujer acostada boca abajo volteo hacia arriva y vio una nariz y unos ojos espiando por el hoyuelo-el carro llego hasta tope de la calleja y se detuvo bruscamente, las manos de Larissa estaban encajadas en el volante, la mirada la tenia al frente, como esos soldados de guerra ante la orden de su comandante, parecía un robot humano, -Rocío no sabia si estar asustada o exitada siempre pensó que Larissa tenia el control de todas las situaciones, con ella se sentia segura y tranquila ya que su edad figuraba responsabilidad y madurez -Larissa tenia 37 años- pero eso no era obstáculo para ella, con 19.
Larissa lentamente empezó a quitarse el cinturón que le oprimía el pecho, Rocío fantaseo y planeo todos sus encuentros amorosos y por fin este se hizo realidad, comenzó a tocarse placidamente como si durmiera en una nube y nadie la observara ante sus actos prohibidos, Rocío abrió los ojos y observo a Larissa desabrochándose botón por botón de su extravagante blusa, Rocío no lo podía creer, se había sacado el premio mayor, su sueño estaba siendo hecho realidad, ver los maduros y jugosos senos de Larissa era como entrar en el reino de los desinteresados, no pudo contenerse mas y se arrojo a caricias hacia los hermosos cerros, comenzó poniendo su lengua fresca en su pezón cálido, moviéndola en círculos lentamente sobre la aureola, sintió como se engrandecía su pequeña y sublime punta, remato mordiendo suavemente su suave y delicado pezón.
Larissa gimió de tanto ardor que sentía, quito bruscamente a Rocío de sus pechos, la tomo de la cara y miro fuertemente los ojos de Rocío, eran ojos de efusión y pureza, Larissa tenia una mirada retadora, como un torero mirando al toro antes de pincharlo, hubo una pasusa, se complacían con sus penetrantes miradas, parecía que lo disfrutaban, la culpa no era mas que un simple chiflo de aire, lo que se respiraba en ese automóvil era mas y nada menos que efusión dentro de sus ardientes cuerpos.
Rocío se monto en las delicadas y fuertes piernas de Larissa, mientras ella apretaba sus nalgas hacia ella, las soltaba y las oprimía cada vez mas fuerte, el rozar sus cuerpos era necesario, Rocío se quito la playera y desbrocho su sostén, de el salieron dos jugosos y jóvenes senos, Larissa desabrocho el pantalón de Rocío.
El semáforo cambio a verde Rocío despertó de una fantasía, de esas fantasías que siempre paseaban por su cabeza y se interrumpían de vez en cuando por la realidad. Rocío estaba mas que irritada y triste, odiaba despertar y toparse con su realidad, el carro freno a las tres cuadras, Larissa volteo a ver a Rocío con un gesto de agradecimiento y una sonrisa que le acompañaba, Rocío miro al frente disgustada, salió del coche dando un gran suspiro, cerro la puerta y recargo sus brazos en la ventana abierta.
-Que estés bien cariño, te quiero- dijo Larissa con una ternura infinita en sus ojos.
Rocío solo asintió con la cabeza y dijo- Adiós Mama.
1 comentario:
Ufff...bien, me gustó muchísimo (entre otras cosas)...que obscura me saliste!
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